Una transmisión lucrativa implica la transferencia de bienes o derechos donde una de las partes recibe algo sin otorgar nada a cambio o recibe menos de lo que ha entregado. Estas transmisiones son típicamente asociadas con donaciones, herencias o regalos, donde una parte cede bienes o derechos a otra sin esperar una compensación equiparable. Esta acción puede estar sujeta a impuestos como el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, el Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados o el Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (también conocido como plusvalía municipal) en el caso de transmisión de bienes inmuebles.
Estas transmisiones lucrativas se presentan con frecuencia en situaciones como la herencia de bienes de un familiar fallecido o la donación de propiedades o activos a organizaciones benéficas u otras entidades sin ánimo de lucro.
Es crucial distinguir entre las transmisiones lucrativas y las transmisiones onerosas. En las transmisiones onerosas, ambas partes reciben algo a cambio: dinero, bienes, servicios u otros derechos. Por ejemplo, una compra-venta es una transmisión onerosa donde el vendedor recibe dinero a cambio de transferir la propiedad de un bien al comprador. En estas situaciones, suelen aplicarse impuestos como el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (ITP), que varía según la comunidad autónoma en la que se encuentre el bien o resida la persona que realiza la transacción.