En el ámbito jurídico y tributario, el sujeto activo es la persona o entidad que posee el derecho legal para exigir el cumplimiento de una obligación tributaria a otra persona o entidad. Esta parte es la encargada de recaudar o demandar el pago de un impuesto o deuda tributaria. Generalmente, en el contexto de los impuestos, el sujeto activo suele ser una entidad gubernamental, como la Agencia Tributaria en España.
El sujeto activo cuenta con la autoridad legal para administrar, recaudar y hacer cumplir las obligaciones tributarias. Por ejemplo, en un contrato de alquiler, el propietario que alquila la vivienda es el sujeto activo, ya que está legalmente facultado para requerir que el inquilino cumpla con la obligación de pagar el alquiler.
En síntesis, el sujeto activo es aquella parte investida por la ley para exigir el cumplimiento de una obligación tributaria, mientras que el sujeto pasivo es aquel obligado a cumplir con dicha obligación y realizar el pago correspondiente. En el caso de los impuestos, el sujeto activo es la entidad gubernamental encargada de la recaudación, como la Agencia Tributaria, mientras que el sujeto pasivo es el contribuyente o entidad jurídica obligada a pagar los impuestos.