Inversión Sujeto Pasivo

La inversión del sujeto pasivo en el IVA es una medida aplicada en transacciones comerciales específicas para transferir la responsabilidad del pago del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) desde el proveedor al receptor de bienes o servicios. En este caso, el receptor, en lugar del proveedor, se encarga de declarar y pagar el IVA correspondiente a dicha transacción.

Se utiliza en situaciones particulares y su propósito principal es evitar la evasión fiscal y asegurar la recaudación del IVA en transacciones donde existe un alto riesgo de fraude. En este proceso, el proveedor emite una factura sin IVA, indicando claramente que se trata de una operación con inversión del sujeto pasivo, haciendo referencia a la legislación pertinente. El receptor, generalmente un empresario o profesional, registra esta factura y declara el IVA correspondiente en su declaración de impuestos.

Este mecanismo se emplea en una variedad de situaciones, como transacciones intracomunitarias y adquisiciones de bienes y servicios específicos. La inversión del sujeto pasivo se implementa para asegurar la debida declaración y pago del IVA, especialmente en operaciones donde el riesgo de fraude es elevado.

En resumen, la inversión del sujeto pasivo en el IVA implica el cambio de responsabilidad del pago del impuesto desde el proveedor al receptor en transacciones específicas, con el fin de garantizar una recaudación fiscal adecuada y prevenir posibles casos de fraude.

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