Los autónomos disponen de dos métodos para calcular y declarar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF): la estimación objetiva y la estimación directa. La estimación objetiva, también conocida como estimación por módulos, es un método para calcular los rendimientos de la actividad económica de un profesional o empresario.
Este enfoque proporciona una cantidad fija a pagar cada trimestre, brindando previsibilidad a los autónomos, ya que no depende de sus datos reales. La estimación objetiva aplica a actividades económicas que cumplen con ciertos requisitos:
- Estar incluidas en la Orden del Ministro de Economía y Hacienda.
- No haber renunciado a la aplicación de este método ni a los regímenes especiales.
- No estar sujetas a causas de exclusión, tales como:
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- Obtención de rendimientos superiores a 250,000 euros anuales, o límites menores para actividades con facturación superior a 125,000 euros anuales, excluyendo actividades agrícolas, ganaderas y forestales.
- Superación de compras en bienes y servicios de 250,000 euros anuales (excluyendo adquisiciones de activos fijos) en el ejercicio anterior.
- Realización de parte de la actividad fuera del territorio español, incompatibilidad con la estimación directa o regímenes especiales de IVA o IGIC, o superación de volúmenes establecidos por ley para actividades no agrícolas.
Estas circunstancias afectan al año inmediatamente siguiente al año en que se producen. Los métodos para determinar el rendimiento neto de las actividades económicas son:
- Estimación Objetiva: Utilizado por empresarios que cumplen con requisitos específicos, donde sus ingresos y compras no superan los límites establecidos.
- Estimación Directa: Que se divide en dos modalidades:
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- Estimación Directa Simplificada: Utilizado por empresarios y profesionales cuyas actividades no son elegibles para la estimación objetiva y cuyo volumen de negocios no excede los 600,000 euros al año.
- Estimación Directa Normal: Utilizado por empresarios y profesionales cuyas actividades están excluidas (debido a ingresos superiores a 600,000 euros) o han renunciado a la estimación directa.
Este proceso asegura transparencia y permite la elección de un método de cálculo fiscal que se adapte a las características específicas de cada negocio autónomo.