La base reguladora es un pilar clave en el cálculo de las pensiones de jubilación y de incapacidad permanente dentro del sistema de seguridad social. Su función principal radica en establecer el monto de la pensión que un trabajador podría recibir en caso de necesitarla.
En términos simples, esta base se determina considerando las cotizaciones realizadas por el trabajador a lo largo de su vida laboral. La Seguridad Social tiene en cuenta las bases de cotización del individuo, que son los importes por los cuales ha contribuido al sistema de seguridad social. El cálculo de la base reguladora varía según el tipo de prestación que se solicite, ya sea jubilación, incapacidad permanente, desempleo u otras.
Por ejemplo, en el caso de la jubilación, se tienen en cuenta las bases de cotización de los últimos 15 años de actividad laboral del individuo. En otras situaciones, como el desempleo, se realiza un promedio de las bases de cotización de los últimos 180 días previos a la prestación.
En resumen, la base reguladora es esencial para determinar la cuantía de la pensión que un trabajador puede recibir. Su cálculo varía según el tipo de prestación y se fundamenta en las cotizaciones realizadas durante la vida laboral del individuo. Este proceso es crucial para asegurar una distribución equitativa de las prestaciones en el sistema de seguridad social.